Se trata de una clínica en exclusiva de ortodoncia de 400m2 situada en la prestigiosa calle Velázquez de Madrid, que tuvo que ser proyectada prácticamente mientras se comenzaba a construir, por lo que todas las decisiones de proyecto debieron basarse en una ágil y sencilla ejecución, sin perder la singularidad del diseño y cuidando el presupuesto.
La propuesta se inspiró en el trabajo gráfico que ya tenía desarrollado el cliente; así es como decidimos “dibujar” las aristas del espacio, y rellenar del color corporativo algunos de sus planos verticales y/ó horizontales. Y como no nos permitían tocar nada de la fachada del local original, nos inventamos unos escaparates cambiantes, con contenido artístico, que provocasen curiosidad hacia la vía pública.
El local cuenta con dos plantas, lo que nos permitió situar la clínica en planta baja y el centro de formación en la primera, con su acceso directo e independiente.
Fotos de Enrique Perelétegui