Con la dificultad de afrontar una obra de estas dimensiones en solamente el periodo vacacional, creamos un espacio que pone en valor lo que a priori era un problema: la escasa visibilidad del local desde la vía pública por culpa de un jardín delantero comunitario de importantes dimensiones. ¿Y si abrimos la clínica al jardín y hacemos los mejores gabinetes con luz y vegetación naturales de España? Superados los problemas de privacidad, es lo que hicimos.
Arquitectura sencilla y rotunda, cálida y elegante, eficiente y tecnológica, que se nutre del jardín frontal y se integra en éste.
Como apunte singular, aunque la fachada está alejada de la vía pública, un holograma situado estratégicamente en el interior, llama la atención del viandante y ha generado revuelo en el vecindario….nadie sabe que es aquello que se mueve y flota en el aire…